Durante el año 2015, las remesas de migrantes a nivel mundial alcanzaron los $601 billones, lo cual representó un leve incremento del 1.4% comparado con el año 2014.1 De este monto, $441 billones de remesas fluyen hacia países en vías de desarrollo, equivalente a más de tres veces el flujo total de la cooperación internacional hacia los países del ‘Sur’. Como muestra el Gráfico 1.4, que compara los flujos migratorios con las remesas recibidas en los diferentes corredores migratorios, el corredor Sur - Sur constituye el de mayor flujo migratorio (38%), aunque el que mayores remesas produce continúa siendo el Norte - Sur (37%). La migración hacia países del Sur permitió que estos países enviaran cerca de $60 billones en remesas en 2015 tanto a otros países del Sur como a países del Norte.
Para la región de Latinoamérica y el Caribe, el flujo de remesas representó un total de $67 billones de dólares en 2015, creciendo un 5.8% con relación al 2014, comparado con una tasa promedio de crecimiento del 2.3% para todos los países en vías de desarrollo, lo que coloca a la región de Latinoamérica y el Caribe entre las con mayor crecimiento a nivel mundial.2 La aceleración económica experimentada por los Estados Unidos, que conlleva una mayor demanda de mano de obra en sectores tales como la construcción y la provisión de servicios, es considerada como uno de los factores claves para entender este crecimiento regional, ya que los Estados Unidos representan la principal fuente de remesas para América Latina.
En lo que respecta a la región del Caribe, el flujo de remesas enviadas por canales formales a la región continuó siendo una fuente importante de ingresos sobre todo para las economías de Haití, Jamaica, República Dominicana, San Cristóbal y Nieves, Dominica, Curazao y San Vicente y las Granadinas, excediendo en cada caso el 4% del Producto Interno Bruto.3 A nivel del Caribe insular, las remesas totales han crecido 6.5% en términos nominales a $10.3 billones, muy por encima de la tasa de crecimiento a nivel de Latinoamérica o del crecimiento promedio para todos los países del ‘Sur’. La reducción del desempleo en los principales países que reciben migrantes del Caribe, como Estados Unidos, España e Italia, que acogen a muchos migrantes de República Dominicana, y en Gran Bretaña que acoge también muchos migrantes de los países del Caribe de habla inglesa, habrá contribuido al crecimiento de las remesas. Asimismo, en promedio las remesas alcanzaron el 7.7% del PIB para los 13 países y territorios caribeños en 2015.
Los datos presentados en la Tabla 1.6 muestran que la variación porcentual anual más importante de las remesas con relación al PIB ocurrió en Haití, aumentando de un 23.0% en 2014 a 26.2% en 2015, reflejando a su vez el crecimiento de la migración desde este país y el peso que ejerce en su economía nacional. Haití ocupa el primer lugar en el Caribe y el octavo lugar a nivel mundial en términos de flujos de remesas como proporción del PIB. Un factor importante es la alta proporción de haitianos con educación terciaria que deciden migrar hacia otros países (el 75%, que es la segunda tasa más alta a nivel mundial), sobre todo a los Estados Unidos. De hecho, la fuente principal de remesas hacia Haití son migrantes haitianos en los Estados Unidos (61%), seguidos por los que residen en la República Dominicana (22%). Se ha señalado que las remesas hacia Haití enviadas por migrantes desde la República Dominicana, a pesar de que representan solo un 11% del total de ingresos por remesas, contribuyen en una mayor proporción a la disminución de la pobreza, ya que las mismas representan el 18% de los ingresos de los hogares receptores en su mayoría situados en los dos quintiles más pobres de la población que reside en zonas rurales de Haití.4 En contraposición, las remesas enviadas por migrantes en los Estados Unidos, aunque son más cuantiosas, únicamente alcanzan al 15% de los hogares más pobres.5 Se podría potenciar el impacto pro-pobre aún más al reducir el costo del envío de remesas desde la República Dominicana hacia Haití, ya que el costo del envío absorbe el 13.4% del valor del monto enviado, (comparado con un costo promedio global de 7.4% para enviar US$200, y de sólo 3.1% del valor si el envío es de Costa Rica), lo que coloca al corredor República Dominicana – Haití entre los 22 corredores de envío de remesas más caros a nivel mundial.
En términos absolutos, los datos obtenidos a 2015 reflejan que la República Dominicana se mantiene como el principal receptor de remesas en el Caribe ($5,149 millones), recibiendo la mitad de todas las remesas enviadas al Caribe insular, y en tercer lugar en relación al tamaño de su economía (7.7% de su PIB) después de Haití y de Jamaica.
La población migrante en los Estados Unidos, España e Italia es la principal fuente de remesas para sus familiares en República Dominicana. Combinando información sobre las remesas hacia el Caribe con el stock de migrantes de cada país en el exterior, se esperaría tal vez que los países que más migrantes tienen en el exterior con relación a su población serían los países que reciben más remesas con relación a su PIB. Por ejemplo, Dominica tiene una diáspora que excede su población en el país (107%), y cinco otros países en el Caribe del Este tienen diásporas que superan el 50% de sus poblaciones respectivas, y se podría esperar que tendrían las remesas más altas con relación a su PIB. En realidad, los datos sugieren que las remesas con relación al PIB están asociadas más con el nivel de ingreso por persona del país, y por ende con las necesidades de la población no migrante, que con el tamaño de la diáspora. Así es que Haití, por ejemplo, con un ingreso nacional bruto por persona de $820 en 2014, tiene el 13% de su población en el exterior, quienes remiten el equivalente al 26.2% del PIB, y la República Dominicana, con un ingreso de $6,040 por persona, tiene también el 13% de su población en el exterior que remite el equivalente del 7.7% del PIB, mientras que Aruba y Trinidad, con ingresos respectivos de $23,650 y $20,070 por persona, y con el 17% y el 28% de sus poblaciones respectivas trabajando en el exterior, reciben sólo el 0.3% y el 0.5% de sus PIB respectivos en la forma de remesas.
Una consideración importante es que los países del Caribe insular son también una fuente de remesas enviadas a otros países. El total de estas remesas enviadas en el 2014, el último año para el cual se dispone de una serie completa, fue de $1.35 billones, comparado con $6.5 billones a nivel de Latinoamérica y el Caribe. Una parte importante de las remesas caribeñas fueron enviadas a otros países en el Caribe, por ejemplo, de la República Dominicana a Haití ($491 millones), mientras en el caso de las remesas enviadas fuera de la región, los principales países receptores incluyen a Estados Unidos, Francia, España, Alemania, Italia y Holanda, como también a la India, China y Colombia.
Para el caso de Cuba, a pesar de no contar con cifras oficiales sobre el monto de sus remesas, se estima que las mismas bordearon los 2.6 billones de dólares anuales en el 2013, excluyendo las remesas en especie que fueron enviadas por cubanos residentes en otros países y que visitaron la isla, las cuales bordearon los 2.5 billones de dólares anuales y representaron aproximadamente el 6% del PIB del país.6
Un desarrollo importante acaecido a finales de 2014 fue el restablecimiento de las relaciones bilaterales entre Cuba y los Estados Unidos, lo cual ha motivado una mayor flexibilización de requisitos para el envío de remesas a la isla. A raíz de ello, el gobierno de EE. UU. incrementó el monto permitido de envío de remesas a nacionales cubanos de US$500 a US$2,000 por trimestre. De igual manera, no se requerirá de una licencia específica del gobierno federal para realizar proyectos humanitarios o para el desarrollo de negocios privados en Cuba con capital estadounidense.7 Por lo tanto, se espera un repunte importante en el flujo de remesas hacia Cuba.
Adicionalmente, es importante resaltar que existen diferentes formas de aportaciones que los inmigrantes realizan a las economías de origen y destino, incluyendo adquisiciones de propiedades, establecimiento de negocios, inversiones financieras y contribuciones filantrópicas, que al sumarse a las remesas pueden contribuir de manera importante al valor de las transferencias financieras desde la diáspora. Un ejemplo de este aporte son las remesas en especie enviadas hacia Cuba y mencionadas anteriormente, que varían desde enseres y productos del hogar, aparatos electrónicos (especialmente celulares), préstamos informales para el establecimiento de negocios privados, entre otros, las cuales, aunque no de una manera formal, hacen una contribución muy significativa a la economía del país.8 Finalmente, una dimensión esencial de las aportaciones de los migrantes son las transferencias de conocimiento, capacidades y de tecnologías, las cuales no han sido aún analizadas de forma sistemática, pero tienen el potencial de contribuir de manera importante al desarrollo de los países del Caribe insular.
Referencias:
1 Banco Mundial. (2016:1). Migration &RemittancesFactbook 2016.Washington, D.C. Disponible en: http://econ.worldbank.org/WBSITE/EXTERNAL/EXTDEC/EXTDECPROSPECTS/0,,contentMDK:21352016~pagePK:64165401~piPK:64165026~theSitePK:476883,00.html
2 Ibíd
3 Ibíd
4 Banco Mundial (2012). Haití, República Dominicana: Más que la suma de sus partes. Un estudio sobre las relaciones económicas bilaterales. Washington, D. C., Estados Unidos.
5 Ibíd
6 The Havana Consulting Group (2014). “Cuban Emigres sent more than $3.5 billion in in-kind remittances in 2013”. Cuban Research Institute - FIU, 3 de julio. https://cri.fiu.edu/cuban-america/remittance/
7 The White House (2014). Fact Sheet: Charting a new course on Cuba. Washington, D. C., 17 de diciembre de 2014. Disponible en: https://www.whitehouse.gov/the-press-office/2014/12/17/factsheet-charting-new-course-cuba
8 The Havana Consulting Group (2014).
Citación sugerida:
OBMICA. 2016. Estado de las migraciones que atañen a la República Dominicana 2015. Santo Domingo: Editora Búho.