Desafortunadamente, cada vez más personas mueren en sus intentos de emigrar o encontrar asilo. De acuerdo con datos de la OIM (Missing Migrants Project), en el 2016 se registraron 7,763 muertes de personas durante estos intentos de viajes; más de 5,000 ocurrieron en el Mediterráneo cuando migrantes del Medio Oriente y África, empujados por la guerra, la represión y la pobreza, intentaban llegar a Europa en circunstancias de creciente peligrosidad. Esa cifra equivale a un aumento del 27% en el número de muertes de migrantes a nivel mundial en relación con el 2015 y un 47% respecto al 2014.1 A pesar de que el número de muertes de migrantes es mucho menor en las Américas, se estima que el uso cada vez más frecuente de largas y peligrosas rutas, en vista del cierre de las legales, ha resultado en, por lo menos, 716 muertes en esta región durante el 2016 (ver Tabla 1.14 y Gráfico 1.12). Respecto al año anterior ha habido un incremento de 221 muertes, lo que representa un salto del 45%; cabe destacar que el mayor aumento proporcional se registra en Sudamérica.
TABLA 1.142
La mayor parte de las muertes de migrantes en las Américas ocurrió en el peligroso Tapón del Darién y en el Golfo Urabá, que separan Colombia y Panamá, cerrando este último país su frontera oficial a migrantes en mayo del 2016. Así, durante un naufragio registrado en enero del 2016 se estima que murieron 15 personas y otras nueve fueron rescatadas en el Golfo de Urabá (El Heraldo 20163, parcialmente verificado por el proyecto Missing Migrants). Por su lado, asaltos violentos y asesinatos deliberados provocaron más muertes. Existen relatos que aluden a niños/as arrastrados por los ríos4 y de personas asesinadas al rechazar intentos de extorsión. Asimismo, migrantes que han hecho el viaje describen haber visto cadáveres a lo largo de la ruta. También se han reportado casos de abuso sexual.
También se registraron muertes de migrantes en la frontera entre Ecuador y Colombia, y a lo largo de las fronteras de Chile con Perú y Bolivia. En 2016 se reportó que dos mujeres dominicanas habían fallecido de hipotermia en las temperaturas extremas del desierto mientras trataban de entrar a Chile sin visa.5 Asimismo, un grupo de hasta 10 personas -que se cree eran haitianas incluyendo entre ellas a una mujer embarazada- se ahogaron en el lago Nicaragua a mediados del 2016, después de intentar eludir las restricciones en el cruce fronterizo con Costa Rica.6
A pesar del hecho de que más migrantes del Caribe están utilizando rutas a través de Sud y Centroamérica para llegar a los Estados Unidos, también aumentan las cifras de aquellos-as que tratan de alcanzar Florida por la vía marítima. En muchos casos los viajes son emprendidos en embarcaciones no aptas para navegar y que, con frecuencia, se hallan abarrotadas. Se desconoce el número exacto de cuántas han zozobrado, dando como resultado ahogamientos en masa; sin embargo, para el 2016 la OIM registraba 14 accidentes en los cuales murieron 105 personas, en su mayoría ahogadas, cifra que casi dobla la del 2015.
Referencias
1 Debido a los considerables desafíos para la recopilación de datos, las cifras son los mínimos estimables. No obstante, ellas pueden considerarse como indicativas de tendencias.
2 Datos correspondientes a 2016 van desde el (1) primero de enero hasta el 16 de noviembre.
3 El Heraldo 2016.
4 Miami Herald. (2016). “New migration: Haitians carve a dangerous 7,000 mile pathto the US”. 24 de septiembre, http://www.miamiherald.com/news/nationworld/world/americas/haiti/article103920086.html
5 International Organization for Migration (IOM). (2017). Migrant Deaths and Disappearances Worldwide: 2016 Analysis. Global Migration Data Analysis Centre Data Briefing Series. Issue No. 8, March 2017. Disponible en https://publications.iom.int/system/files/pdf/gmdac_data_ briefing_series_issue_8.pdf
6 Ibíd.