La inmigración de personas de nacionalidad haitiana hacia la República Dominicana tiene una larga y compleja trayectoria histórica; su evolución y transformación durante las últimas décadas ha sido ampliamente documentada.1 Los contrastes en los niveles de desarrollo entre los dos países, y la inestabilidad que ha caracterizado la historia política de Haití, han fomentado las migraciones espontáneas de carácter regular e irregular.2 Por otro lado, la República Dominicana también ha sido un receptor importante de migración forzada haitiana en situaciones de desplazamiento masivo a consecuencia de episodios de violencia política y de fenómenos naturales que han generado desastres.
La mayoría de la población migrante haitiana carece de estatus migratorio regular. La porosidad de la frontera, los cambios en el sistema de regulación estatal de migraciones laborales3, la falta de oportunidades para migrar a través de canales oficiales, las restricciones sobre el número de trabajadores extranjeros que pueden ser contratados legalmente4 y la constante demanda de mano obra haitiana barata, han incidido en los patrones de irregularidad. Además, ha dado lugar a que se consoliden redes transnacionales de tráfico ilícito de migrantes que operan en los dos lados de la frontera.
Otra característica importante de la inmigración haitiana es su circularidad.5 Al respecto, la Encuesta Inmigrantes Haitianos (EIH) encontró que más de la mitad de los trabajadores consultados (52%) había ingresado dos veces o más para trabajar o vivir en el país, mientras que una cuarta parte había completado al menos cinco ciclos migratorios.6 Encuestas más recientes, como la de trabajadores de la construcción de 2010 que reflejó que el 58% de los trabajadores inmigrantes haitianos en ese sector había realizado al menos dos ciclos migratorios entre Haití y la República Dominicana, confirman que muchos trabajadores haitianos continúan retornando periódicamente a Haití.7
Características como la irregularidad y circularidad de la inmigración haitiana dificultan la cuantificación de esta población. Con frecuencia, además, estas estimaciones no establecen la diferencia entre inmigrantes haitianos y la población de origen haitiano que nació en el país.8
A pesar de estas dificultades, existen algunas mediciones y proyecciones útiles que dan una idea sobre el número de nacionales haitianos en el país. En este sentido, la Encuesta Nacional de Fuerza de Trabajo (ENFT) estimó una población total haitiana de 247.468 personas para el año 2011.9 (Tabla 1) Mientras el Censo Nacional 2002 registraba 61.863 haitianos viviendo en el país, la EIH efectuada el mismo año situó en 315.000 la población de inmigrantes haitianos/as nacidos en Haití. El Informe de la Oficina de Desarrollo Humano del PNUD 2010 concluyó, en base del análisis de estimaciones moderadas disponibles, que la cifra total de inmigrantes haitianos oscilaría entre 255.000 y 510.000.
Referencias:
1 Se sugiere ver Wooding y Moseley-Williams 2004 y Báez y Lozano 2008
2 Según la clasificación del Informe sobre Desarrollo Humano 2011 del PNUD, la República Dominicana está en la lista de países con desarrollo humano medio y ocupa el puesto No. 98, mientras que Haití está en la lista de países con desarrollo humano bajo y ocupa el puesto No. 158.
3 Estos cambios se originaron a partir de la segunda mitad de la década de los ochenta y dieron lugar a una migración más individualizada y menos regulada de mano de obra haitiana, en contraposición al modelo de contratación de contingentes que caracterizó las migraciones laborales anteriores. Así en Báez y Lozano 2008, p.184
4 Algunos autores sostienen que las disposiciones laborales han tenido el efecto de fomentar el empleo de mano de obra haitiana indocumentada ya que el artículo 135 del Código de Trabajo dispone que el 80% de la mano de obra contratada debe ser dominicana; sólo los braceros agrícolas pueden solicitar de manera excepcional una excepción para exceder esta proporción. Ver Duarte 2011, p. 91
5 El Informe Mundial de Desarrollo Humano 2009 define la circularidad como el sistema a través del cual migrantes “entran y salen una y otra vez del país de destino para realizar trabajos estacionales o temporales y de hecho mantienen dos lugares de residencia.” PNUD 2009, p. 29 En el pasado, la circularidad migratoria giraba alrededor del sistema de contratación de contingentes para realizar trabajos estacionales en la agricultura azucarera. La circularidad actual es asociada con los vínculos familiares y económicos que mantienen los/as migrantes con sus comunidades en Haití. Ver Duarte 2011, p. 63. La porosidad de la frontera y el hecho de que la mayoría esté sin documentos, y en riesgo de deportación, también contribuyen a los patrones de circularidad migratoria. Ver Báez y Lozano 2008, p. 190
6 FLACSO-OIM 2004
7 Ministerio de Trabajo, OMLAD 2011
8 Báez y Lozano 2008, p. 192
9 Ver Tabla 1. El Informe General de ENHOGAR 2007 estimó en 159.860 el número de inmigrantes haitianos. Este informe reconoce que la cifra puede estar subestimada debido a la “conducta de ocultamiento” que caracteriza a la población inmigrante haitiana en el país. Entre las estrategias de ocultamiento mencionadas en el informe se incluye la permanente movilidad residencial y el hecho de que algunos trabajadores pernocten en las mismas instalaciones de trabajo. Ver ONE 2009
Citación sugerida:
Riveros, N. 2012. Informe sobre la Cuestión de la Migración Internacional en la República Dominicana para el año 2011. OBMICA. Santo Domingo: Editora Búho.